- Mucha cantidad en poco tiempo: Si no haces ejercicios regularmente, entonces no pretendas llegar de 0 a 60 minutos en un día. En realidad, cuando una persona comienza con ejercicios muy difíciles, rápidamente pierde interés y hasta se puede lesionar. Te aconsejo que comiences poco a poco y aumentes gradualmente la intensidad del ejercicio.
- Una sola parte del cuerpo: La mayoría de las mujeres detestan una zona específica de su cuerpo, y por consecuencia es cuando se presenta un error clásico y es que se centran en trabajar exclusivamente en esa zona. No caigas en eso, debes concentrarte en ejercitar y tonificar tu cuerpo en general.
- Obviar al medico: Un nuevo régimen de ejercicios debe comenzar con una visita a tu médico. Muchas personas obvian este paso, es mas, ni se molestan en pensar en eso. Tu medico puede aconsejarte, los tipos de ejercicios o que medidas tienes que tomar en cuenta según tu estado general de salud.
- Obsesionarte: Este es un error peligrosísimo. Si empiezas a pensar que no puedes vivir sin ejercitarte, que es imposible perderte una sesión, en fin que tu vida gira alrededor de los ejercicios y es tu única razón de existencia…déjame decirte que estas obsesionada. A menos que seas una atleta profesional, la formación y la condición física debe ser parte de su vida, no tu razón de ser.
- Monotonía: Ahora me enfoco al otro extremo, si no te gusta el ejercicio se convertirá en una tarea y la probabilidad que renuncies son altas. Así que no hagas ejercicios que no te gusten, busca algo que te entusiasme, así los harás con empeño y nunca te aburrirás.
- Solo el gimnasio: Seguro estas asumiendo que ir es la única manera de mantenerte en forma. ¿Qué pasa con la natación, ciclismo, patinaje, tenis, etc.? … hay tantas posibilidades que no implican pagar tanto dinero en estos sitios.
- Comer antes de hacer ejercicios: No es una buena idea para comer justo antes de hacer ejercicio, y sobre todo si es una comida pesada. Si vas a hacer ejercicios, debes hacerlos por lo menos una hora después de comer. La razón es que, la digestión de una comida, hace que se desvíe la sangre al estómago y lejos de otras partes del cuerpo (por eso te da sueño luego de una comida pesada). Si haces ejercicio justo después de comer interrumpirás este proceso digestivo.
- Luego de un embarazo: No te vayas a influenciar con el ejemplo que dan las artistas, que se embarcan en un régimen intensivo de ejercicios para perder el peso del embarazo apenas unas semanas después del alumbramiento. Déjame decirte que para la mayoría de las mujeres, el peso del bebé puede tomar hasta un año para perderlo, así que evita hacer ejercicios muy fuertes y proponte perder el peso gradualmente.
Tus nutriologas : Lucia VIllaseñor y Yamne Tame